Frase local para referirse a la acción de tomar una siesta inesperada y más larga de lo planeado, como cuando te tumbas después del almuerzo pensando que solo cerrarás los ojos un ratito.
Después de ese ceviche tan cargado, me eché un castillo y dormí toda la tarde.
Expresión ingeniosa para referirse a dormir una siesta tan profunda que cualquier ronquido resonaría como campanadas en los muros de un castillo.
Después del almuerzo, me voy a echar un castillo que ni los dragones me van a despertar.