Calle Hornos Negros, lugar donde se originó nuestra expresión mundialmente conocida: "ni poyas". Allí había un panadero, que vendía "poyas" muy grandes. Una poya es un puñado de masa de pan, lo que da una mano. Este hornero, tenía la mano muy grande y sus poyas eran las mayores de la ciudad. Por eso lo llamaban Poya Gorda el Hornero, aunque Manuel era su nombre verdadero. Un día, una señora le pidió pan: - ¿Barras? - No tengo. -¿Bollos? - No tengo. - ¿NI POYAS? - ¡NI POYAS!
¿Donde vas hoy ni poyas, Juan? Al cine ni poyas Paco.